¡EL LLANTO DE JESÚS!
Era en aquella
casa de la pobreza
Marta y María
bañadas con lágrimas y llanto
Sus rostros tan
entristecidos provocan gemido, desconsuelo
y desencanto
¡Tu amigo, su
hermano a quienes aman ya no vive!
Es demasiado
agobiante el verse separado de su propia sangre y carne
Es la más grande
pobreza que aumenta en esta casa de Betania
Todo es tristeza
e incertidumbre, ¿Cómo no pudo llegar el maestro?
¡Tu amigo, su
hermano, la voz de la casa ya no vive!
¿Qué será de
aquellas dos mujeres?
¿Unos pobres
rechazados?
¿El hazmerreír
del pueblo, unas desdichadas…? No, ya
resurgirá tu hora.
Tu Amor volverá
a resurgir la vida porque tú mismo eres la VIDA.
He aquí que
llegas, miras, contemplas todo paulatinamente
Llanto,
lagrimas, desconsuelo, desaliento, todo un mundo impregnado de sufrimiento
¡Ya van cuatro
días, ya huele, no puede haber vida, más… si tu estuvieses viviría!
Pero no, ya
llega tu hora, ya llega la VIDA
Una flecha de
doble filo te clava en lo profundo de tu corazón
Como en una cámara
lenta, miras todo, lo sientes, la haces tuyo
Y con hondo
suspiro, te emocionas, te estremeces, compasivamente te rompes a llorar…
Pero, ¿por qué
lloras vida mía si sabes que volverá a vivir?
Bien lo sabes mi
Señor, bien has aprendido la lección de tu Padre
¡Tú vienes a dar
vida, pero perderás la tuya libremente!
Ese Amor
Absoluto será don, entrega, repartirse, compartir, olvido de sí, negarse…
¡Ya lo sientes
en tu propia carne, porque tú eres VIDA!
Tu llanto lo
hace universo, porque nadie te gana en compasión
Sientes el
desgarro de las entrañas de una madre que pierde su hijo en su regazo.
Palpas el llanto de un padre que contempla a su hijo
alejarse de su propia casa.
Es el llanto del
oprimido, del abatido, del abandonado, de mi pecado…
Y en este llanto
mi Señor, nos darás la lección aprendida del Padre.
Perder la vida
por ti será nuestra señal de Amor.
Nuestros
corazones envueltos por tu amor dilataran bondad y esperanza
¡Y Tú, VIDA mía
y AMOR mío, serás el primero en caminar por esta senda!
¡Irrumpe Señor
nuestro sueño, mi sueño!
¡Llámanos a la VIDA
verdadera que solo de ti procede!
¡Riega nuestros
corazones desérticos con tu llanto poderoso!
¡Y déjanos bañar
en tus lágrimas de Amor Ofrecido, Donado, Entregado…!
¡Hasta que
nuestros sueños se conviertan en VIDA verdadera, VIDA eterna!
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